Se estableció un hecho curioso: resulta que el color de la taza en la que se vierte el café puede afectar la percepción del sabor de la bebida.
Los expertos dicen que este fenómeno tiene un trasfondo psicológico. Por ejemplo, estudios anteriores demostraron que si la mousse de fresa se servía en un plato blanco, parecía casi un 10% más dulce y un 15% más aromático que si se ofreciera en platos negros.
Esta vez el tema de investigación fue el café. Resultó que, en contraste con la cristalería, el café ofrecido en una taza de cerámica blanca parece ser más amargo. Además, el café en una taza blanca en comparación con la misma bebida en un recipiente transparente o azul parece más dulce.
Los expertos sugieren que el color marrón de la bebida está asociado con el amargor, mientras que el color blanco crea un fuerte contraste.
Los fabricantes han notado todo esto. Por lo tanto, por ejemplo, el color violeta del envase de chocolate hace que el color de la golosina sea más saturado.
