10 emociones que se heredan. ¿Por qué los celos son hereditarios?

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Cuanto más intentaba superar el hábito de la ansiedad y poner fin a estos pensamientos, peor se ponía. Con el tiempo, la ansiedad se convirtió en ataques de pánico que obligaron a Anna a quedarse en casa y no ir a ninguna parte durante varias semanas. No podía concentrarse en el trabajo, descuidó sus deberes en casa y su matrimonio estaba a punto de estallar. En completa confusión y confusión, se volvió hacia el terapeuta.

La primera pregunta que le hizo el médico le pareció inesperada: "¿Quién más en su familia sufre de ansiedad?"

Anna pensó por un momento y respondió: "Mi madre, abuela, hermano, sobrino y tía". ¡No se le ocurrió que la ansiedad podía transmitirse de generación en generación!

Pero esto es muy común. La madre le enseñó a su hija a pensar en la muerte porque su padre murió cuando Anna era muy joven. Su abuela estaba tan preocupada que no se atrevió a hablar con extraños. Su hermano tenía miedo a los exámenes, su sobrino estaba ansioso socialmente y su tía era un perfeccionista inquieto e intrusivo.

La ansiedad no es la única emoción que se transmite de generación en generación. Muchos sentimientos negativos se heredan a través del trauma psicológico familiar, los comportamientos de los padres o la violencia infantil.

1. Ira

Hay tres tipos de ira no saludable: ira agresiva, pasiva-agresiva y reprimida. Todos ellos pueden afectar negativamente al niño. Por ejemplo, si un padre se enoja cuando se convierte en un grito, el niño imita ese comportamiento o se acostumbra a dirigir estallidos de ira hacia sí mismo. Los padres deben aprender a expresar su enojo de manera asertiva, afirmando abiertamente lo que quieren, sin tratar de controlar, humillar o manipular a sus hijos.

2. Vergüenza

Los comentarios degradantes de los padres: "Nunca lograrás nada" o "Eres estúpido" golpean el corazón. Desafortunadamente, tales tácticas son comunes en familias donde se requiere que el niño cumpla con altos estándares poco realistas. El niño adopta esto y comienza a acercarse a otras personas con el mismo estándar. Contrarrestar la vergüenza es la aceptación y el perdón.

3. Vinos

Sentirse culpable es una larga tradición en muchas familias. Sugerencias: "Si me amaras, lavarías los platos" o "Una hija que cuida a su madre a menudo la llamará" son ejemplos de cómo un padre usa la culpa como una palanca para presionar al niño. Esto es una manipulación. Es mejor decir directamente lo que quieres y explicar tu deseo. No haga que una persona se sienta incómoda si no quiere cumplir con su solicitud.

4. impotencia

El niño se acostumbra a interpretar el papel de la víctima. Un padre usa sus heridas pasadas para justificar su mal comportamiento: "Bebo todos los días porque tu madre me dejó" o "Fui abandonado en la infancia, así que actúo como un loco". Los niños siempre están listos para justificar a los padres agarrándose de cualquier gota. Después de haber procesado el trauma infantil, no tiene que recrearlo una y otra vez, siendo víctima de las circunstancias.

5. Ansiedad

La ansiedad es una emoción necesaria y útil que señala el enfoque de una amenaza, como un sensor de nivel de combustible en un automóvil. Sin embargo, la ansiedad excesiva te hace sufrir. La mejor manera de lidiar con la ansiedad es a través de la meditación y la conciencia de tus emociones. Al tratar de combatirlo, solo aumenta la ansiedad e infecta a otros con su nerviosismo.

6. Incertidumbre

Los niños estudian a sus padres para aprender más sobre ellos mismos. Por lo tanto, el niño se hace cargo de los temores de los padres. Las dudas sobre uno mismo, que obligan al padre a negarse a criar, se transmiten al niño, que tiene miedo de reclamar un papel en la obra escolar. Para salir de este círculo vicioso, es importante determinar dónde está tu inseguridad y dónde están tus padres, y no permitir que los temores de los demás te afecten negativamente.

7. egoísmo

El narcisismo se desarrolla en familias donde los niños no sienten apego a los padres porque los padres no pueden o no lo quieren. En las primeras etapas de desarrollo, la confianza es clave, y su falta conduce a problemas con el apego. Las comunicaciones superficiales dan lugar a un comportamiento egoísta. Crear un ambiente que fomente la vulnerabilidad permitirá a los padres cerrar esta brecha.

8. Crítica

El hábito de criticar constantemente al niño: cómo se ve, en qué está vestido, cuáles son sus éxitos en la escuela, con quién es amigo y socava su confianza en sí mismo. La crítica es doblemente dañina, lo que se acompaña de comentarios como: "Digo esto porque te amo", porque el niño equipara la crítica y la condena con el amor.

9. Aislamiento

Las personas se encierran por muchas razones: miedo, depresión, tristeza e incluso paranoia. En lugar de procesar emociones desagradables, una persona se aísla o derrama su ira hacia los demás. Si los padres están habitualmente alejados del mundo, los niños llegan a la conclusión de que esta es una forma normal de lidiar con las emociones y comienzan a hacer lo mismo. Para superar el aislamiento, debes aprender a vivir con emociones dolorosas sin esconderlas de ti y de otras personas.

10. Celos

"Toda nuestra familia está celosa", es una excusa que explica muchas reacciones poco saludables: ira, agresión y abuso. Por supuesto, tal comportamiento no puede ser alentado en los niños. Reunir todo el coraje, aprender a confiar en un compañero y resolver la situación con calma: esta es la única forma de lidiar con los celos.

Al enterarse de que su ansiedad tiene raíces de larga data y que hay formas más saludables de lidiar con eso, Anna se calmó. Cuando separó su ansiedad del trauma psicológico de la infancia, dejó de preocuparse tan a menudo. Esto la ayudó a descubrir qué ansiedad merece atención y cuándo es solo un eco de agravios pasados.

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