Los científicos han encontrado la clave de la infertilidad o cómo restaurar la ovulación

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Los tumores son uno de los problemas más comunes causados ​​por la secreción excesiva de la hormona prolactina. Las mujeres con tal problema sufren de infertilidad crónica debido a la anovulación, es decir, una violación de la ovulación. Ahora, gracias al trabajo de investigadores franceses del centro INSERM, han ganado esperanza. En el curso de los experimentos realizados con ratones, se descubrió un mecanismo de cambios hiperprolactinémicos que afecta su reproducción.

La hiperprolactinemia, una de las principales causas de los trastornos de la ovulación, también es responsable de las irregularidades menstruales y la infertilidad. Anteriormente se creía que, como resultado del aumento de los niveles de prolactina, se altera una de las hormonas más importantes que afectan la reproducción y la fertilidad de la β-gonadoliberina (GnRH).

Los científicos han descubierto que la prolactina solo tiene un efecto indirecto sobre la GnRH. Se descubrió que la prolactina prácticamente suprime la secreción de neuronas que se encuentran por encima de las neuronas GnRH y que aseguran su pleno funcionamiento. Estas neuronas secretan la neurohormona kispeptina, que ayuda a mantener la fertilidad.

En ratones, la hiperprolactinemia suprime la secreción de kisspeptina y, evitando la secreción de GnRH, prácticamente bloquea el funcionamiento cíclico de los ovarios. Los científicos creen que con la introducción de la kispeptina, la secreción de GnRH puede restaurarse y, a pesar de la hiperprolactinemia, reiniciar la función ovárica cíclica ovárica.

Este descubrimiento fisiopatológico abre el camino a la creación de un método original de tratamiento, un tipo de alternativa terapéutica para pacientes resistentes a los medicamentos.

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